Schumann es plenamente consciente del potencial de la luz y cómo ésta sirve no sólo para iluminar sino que es capaz de transformar la percepción del espacio. El metacrilato que Schumann utiliza tiene una coloración que cambia de manera radical dependiendo de la luz a la que la pieza sea expuesta, de modo que ésta tiene apariencias múltiples. Cuando yo entré en la galería Rafael Pérez Hernando, las luces habituales estaban veladas, sustituidas por unos tubos de luz ultravioleta. En la relativa oscuridad las esculturas se revelan como imponentes iconos fluorescentes. Se desvirtúa la percepción de esa sala de la galería donde un gran rectángulo amarillo cálido y su irradiación ocupan una pared entera.
La inteligencia y sutileza de la artista va más allá de la impresión que causan a primera vista estas piezas luminosas. Si uno se acerca a ellas, comprobará que las planchas plásticas no tienen una coloración uniforme. Tomemos esa pieza amarilla a la que hacía alusión como ejemplo. Las planchas superior e inferior del paralelepípedo son rojas, y extienden su influjo cálido a la superficie amarilla del resto de la obra.
Esta sabia combinación cromática puede verse también de manera clara en las bellas obras que encontramos en la sala que se encuentra al fondo de la galería: se trata de dos grandes mandorlas fluorescentes que están colgadas a muy poca distancia la una de la otra. Hay obras de arte que están hechas para verse exclusivamente de frente. Aquí, desde luego, ese no es el caso. Es muy sugerente comprobar cómo la obra cambia con sólo dar unos pasos y colocarnos en uno de sus laterales.
El color alterado por medio de la luz negra llega también al terreno de la pintura. Schumann presenta papeles sobre los que ha empleado pintura de spray que, expuesta a la luz ultravioleta, se vuelve fluorescente. Por último, la artista explota las posibilidades de esta técnica mediante esculturas blandas hechas con gruesos hilos de plástico de distintos colores. La obra que da título a esta exposición, Touch Me! (¡Tócame!) –la pieza, efectivamente, se puede tocar– consta de un gran número de estas “cuerdas” colgadas del techo, creando una composición caprichosa, un amasijo de plástico que reverbera debido a la luz negra que resalta los colores fluorescentes. La sensación que crea, de nuevo, tiene sus efectos en todo el espacio.
Hay un complemento a las obras de Schumann. La artista ha colaborado con el fotógrafo Alberto Frei (Südtirol, Italia, 1963). Las obras delicadas de éste suponen un contraste con las potentes obras de colores de la alemana. Ella explica así la colaboración entre ambos: “A través de mis muchos viajes y proyectos expositivos en Europa y Norteamérica, me focalizo cada vez más en la importancia de los lugares donde vivo, y cómo estos lugares influyen en mi forma de concebir las obras. Las obras de Alberto Frei muestran estos lugares.”
Regine Schumann/Alberto Frei. Touch Me! Galería Rafael Pérez Hernando. Orellana, 18. Madrid. Hasta el 3 de marzo.
Mandorla (Iris I, Iris II), 2008 |
Regine Schumann’s brilliant sculptures
Regine Schumann (Goslar, Germany, 1961) says her greatest references are Donald Judd and Dan Flavin. But she also comments on how, as a student, she admired, above all, Matisse and Rothko. This doesn’t seem to have disappeared completely. Yes, it’s true that, at first sight, her sober pieces seem impersonal objects. The material used, plastic, so similar to that of the Minimalists, mustn’t distract us, though.
Schumann is fully aware of light’s potential and that its function is not only to illuminate, but that it can also alter the perception we have of space. The coloration of the plastics she uses changes radically depending on the type of light it is exposed to; therefore, the works have multiple appearances. When I entered Rafael Pérez Hernando’s gallery, the lights commonly used had been blinded, substituted by tubes of ultraviolet light. In the relative darkness, the sculptures reveal themselves as imposing fluorescent icons. The perception of the room, where a great yellow rectangle and its irradiation covers a full wall, is distorted,.
The artist’s intelligence and subtlety is shown by more than the mere first impression we get of the luminous pieces. If one approaches them, they will realise that the plastic sheets are not of only one colour. The superior and inferior sheets are red, and they shed their warm influence onto the yellow of the rest of the work.
This wise combination of colours can also be seen in the beautiful pieces in the gallery’s last room: two almond-shaped fluorescent sculptures, hung very close to one another. Some works of art are made to be looked at from the front. This is not the case. It’s truly suggestive to discover how the works change when we take a few steps and see them from one of their sides.
The use of black light is applied to painting as well as sculpture. Schumann presents a series of papers upon which she has sprayed paint that, once exposed to ultraviolet light, become fluorescent. Lastly, the artist exploits this technique further by creating soft sculptures made with thick strands of plastic of different colours. This work, that gives name to the exhibition, Touch me! –touching the piece is encouraged– consists of a great number of these colourful ‘strings’ that hang from the ceiling, resulting in a random composition, a plastic jumble that reverberates due to the black light that enhances the fluorescent colours. Again, the sensation it produces affects the whole space.
Schumann’s works are complemented here by the ones of photographer Alberto Frei (Südtirol, Italy, 1963). His delicate pieces contrast with the potent colours of those of the German’s. She explains their collaboration in the following way: ‘Throughout my many journeys and exhibitions in Europe and North America, I concentrate more and more on the importance of the places where I live, and how these places affect my conception of the works. Alberto Frei’s works show these places.’
Regine Schumann/Alberto Frei. Touch Me! Galería Rafael Pérez Hernando. Orellana, 18. Madrid. Until 3rd March.
No hay comentarios:
Publicar un comentario